"Fui a comprar una blusa pero vi unos zapatos tan bonitos que me compré un bolso..."

¿A Quien no la ha pasado?

Ahora que ya tenemos el armario ordenado, nos hemos deshecho de todo lo que no necesitamos y no está en buenas condiciones y ya sabemos que es lo que nos hace falta para tener el fondo de armario perfecto, es el momento de preparar las compras y salir a encontrar esas prendas que nos hacen falta.

Lo primero de todo y lo más importante es calcular el presupuesto de que se dispone para realizar las compra de las prendas y complementos. Más que obsesionarse con el precio de las prendas, lo que hay que tener en cuenta son los diferentes tips que se han ido analizando a lo largo de todas las entradas que ya llevamos de "Vistiendo mi vestidor": el color adecuado, las formas, las lineas d ellas prendas... en definitiva, las prendas tienen que favorecer. Si piensas que una prenda te favorece y reúne todas las características de fondo de armario, no dudas en comprarla aunque tenga un precio mas elevado del que habías previsto porque la amortizarás a corto, medio y, sobretodo, largo plazo.

El precio real de la prenda no es la marca en la etiqueta, sino el precio dividido entre el número de veces que se utiliza, este es su valor real.

Un ejemplo: Si comras una camiseta por 25 euros y solo la utilizas una vez, porque te gusta lo justo, no se amortiza. Ahora bien, si compras una chaqueta que vale 250 euros y la utilizas mínimo 10 veces cada temporada, al final, resulta mucho más económica la chaqueta que la camiseta, ¿me seguís?

Yo soy la primera a la que le gusta el low cost, pero cada vez más, intento no llevarme por el precio y si por las veces que me voy a poner esa prenda., al final realizas compras más inteligentes y menos compras por impulso.